martes, 24 de abril de 2012

FETICHE O REALIDAD MUSICAL


Definitivamente el hablar de mis fetiches es algo fuera de lo común, y que jamás pensé hacer; pero muchas veces es mejor hacerlo, que mantenerlo guardado ahí junto a los más oscuros y lúgubres  pensamientos.

Podría pensar tal vez que mis sueños más oscuros y fantasías están relacionados con lo sexual, como creen todos; pero la verdad es que va ligado directamente con la música y todo lo que concierne a ella.

Al ver un pentagrama bien formado, el escuchar un acorde bien tocado y el sentir el latir de mi corazón rebelde al palpitar a mil con una buena melodía; hace en mí sentir el mejor placer experimentado en lo largo de mi cuerpo.


Cada nota ilumina mi mente y agarra mi corazón hasta llevarlo a volar junto al ritmo que estremece mi cuerpo, mi alma y mi espíritu; sin importarme como, cuando, ni donde estoy, para moverme libremente y querer gritar la letra enloquecedora que palpita en mis labios.

Canciones que han marcado mi vida, mi caminar, mi realidad y cada uno de los momentos importantes de mi vida; basta con tan solo recordar ese momento y ligado viene el sonar de la música que hace de ese instante un instante único del cual uno posiblemente jamás se olvide.

Es por eso que la música y el aprender diario en ella, me muestran lo espléndido que es estar sumergido en este mundo tan supremo y sublime para quienes tenemos un gusto exquisito por ella y, es más, hacemos de ella un vivir diario.

Por: Paúl Sánchez Páez

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